jueves, 21 de noviembre de 2013

Hoy, por fin, una buena noticia.

Me ha llamado el seguro del coche para decirme que se hacen cargo de la reparación y que ya seguirán ellos discutiendo con la parte culpable.

Yo iba a aparcar de noche, y al maniobrar se me hunde el coche: había una alcantarilla sin tapa y a la sombra, porque tampoco funcionaba la lámpara. Llamé a la policía, confirmó lo que pasaba y el seguro elevó la reclamación al Ayuntamiento de Madrid.

El ayuntamiento coge y le echa la culpa al Canal de Isabel II, estos que sí, que no, que la culpa es tuya, no mía, y van y en la última respuesta me dicen que rechazan la culpa porque en la primera reclamación no se especificó si decíamos que la culpa era de uno o del otro...

En todo este tiempo, por más que me he quejado, el seguro que si quiero arreglarlo lo arregle y que ellos luego me lo pagan. Y yo que no: que la culpa es de otro y que el coche está asegurado y que me lo arreglen.

Hoy, por fin, me imagino que se han dado cuenta de que la cosa iba para largo y, como (de nuevo) el perito ha confirmado que los daños se han agrandado con el tiempo (lo que eran arañazos ahora es óxido bajo la pintura), me dicen que vale, que lo lleve al taller y que ellos se hacen cargo de todo.

¿Victoria?

Pues no sé. Porque la alcantarilla se comió la rueda del coche el 24 de Diciembre DE DOS MIL DIEZ.

Cuando esté la cosa arreglada y me de de baja del seguro para irme con otros (que ya me han ofertado precios mejores) aún tendrán el morro de preguntar que por qué me piro.

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