martes, 2 de septiembre de 2014

Magica verba

PELIGRO: JDR improvisado (por lo menos al principio) y raruno, con sistema extrañoide que algunos dirían "indie".

A ver si consigo acabar este Fast RPG en menos de tres entradas...

(Edito: ahora se llaman LigeRol. Dejo "Fast RPG por yo qué sé...)

El plan es este:

Primera entrada: concepto.
Segunda entrada: sistema.
Tercera entrada: ejemplos, que van a hacer falta.

El nombre está hecho con google translate, así que quien sepa latín y quiera, que proponga algo decente.

Concepto
La idea es bien simple: los jugadores son seres mágicos que utilizan la fuerza de las palabras para alimentar su magia y con ella enfrentarse a "cosas".

Como "ambientación estándar", vamos a considerar "un futuro cercano", para poder desbarrar un poco con la tecnología si nos hace falta. (a ver, no me lo tengáis en cuenta: esto es un FastRPG y escribo según se me ocurre, yo sólo tenía claro lo que viene luego de la magia y las palabras...). Los magos descubren que lo son porque juegan con la "magia" de alguna forma (se dedican a aprender trucos de ilusionismo, magia callejera, cualquier cosa que sea "mágica") y se tropiezan con la magia de verdad.

Los magos son perseguidos y cazados por... eh, vamos a llamarlos "mitos": monstruos que se alimentan de... bueno, de magos. Así que, a su vez, los magos se organizan y persiguen a los mitos.

Creo que esto va a llevar más de tres entradas.

La magia
Los magos pueden utilizar la magia normalmente en sus pequeños trucos cotidianos y no percatarse de ningún efecto duradero. Es por eso que, cuando un día descubren que realmente transforman el diez de picas en una reina de diamantes, pues piensan "qué guay, hago magia" y siguen con sus truquitos: es sencillo eso de chasquear los dedos y que el té se te sirva solo, o agitar la mano un poco y que los platos se limpien por su cuenta, quitar los pelos del gato a la chaqueta con un gesto o enfriar la cerveza antes del partido son cositas que hacen casi sin pensar.

Pero los magos acaban aprendiendo a hacer magia más "seria". Más les vale, o los mitos se los comen con nada. Y la magia real, la magia potente, tiene un coste. ¿Sabes eso de "y ahora, unas palabras mágicas y..." Pues es verdad: Los conjuros "de verdad" se alimentan con palabras. Literalmente.

Cuando un mago procede a alterar la realidad con magia (el clásico "le meto un rayo por el culo", hablando en plata) paga con palabras. Oye, a nosotros, que no somos magos (menos TÚ. Sí, te hablo a ti, mago disfrazado que me lees. Jajaja no, en serio, es mentira: la magia no existe, niños) las palabras nos parecen baratas. Si no te duele la garganta, hablar es fácil, y las palabras se las come el viento y bla bla bla. Para los magos no: los magos pagan la magia poderosa con sus palabras. Cuando un mago lanza un hechizo sacrifica una palabra, que desaparece de su mente. Nunca más podrá utilizarla. El mago, inconscientemente, escoge la palabra, y ésta para él pasa a desaparecer.

Cómo funciona
A efectos de juego, esto funciona de una forma muy sencilla: cuando el jugador lanza un hechizo escoge una palabra real y su personaje deja de poder utilizarla. Cuanto más larga y compleja sea la palabra, más poderoso será el hechizo. Pero esto no es tan simple. La palabra sacrificada debe existir en el diccionario, desaparece entera, con todos sus significados (no vale "sacrifico pico, pero pico de herramienta, no pico de montaña ni de pájaro"), versiones (desaparece "pico", "piquito") y, claro, no se pueden utilizar frases hechas con la palabra, ni sustituyéndolas (ya no puedes decir "tiene un pico de oro"), y todo el mundo debe jugar con el mismo diccionario e idioma (sugerencia: usar una versión de la RAE, que tiene web, e ir llevando una lista de lo que sacrificas. Es un coñazo, lo sé, pero...).

Y una regla muy sencilla: el jugador no puede consultar el diccionario antes de sacrificar la palabra. Diría que además tiene que decirla en poco tiempo, pero eso que lo decida el máster, que conoce a sus jugadores.

Ramificaciones
Bueno, pues los jugadores van a empezar a quitarse las palabras menos usadas, claro ("esternocleidomastoideo" se irá de las primeras, me apuesto algo). Pero no pasa nada. Los magos tienen una magia finita. Al fin y al cabo, utilizan palabras más rápidamente de lo que la RAE las da por válidas, y llega un momento en que se quedan, literalmente, sin palabras. Y va un mito y se los come.

Los mitos
Ya les dedicaré una entrada. Los mitos son los monstruos de, bueno, de los mitos. Estamos hablando de dragones, de ogros, hombres del saco, minotauros, centauros, gigantes, sirenas, hombres lobo, vampiros, trols... Se disfrazan de personas normales y habitan entre ellas para cazar a quienes les dan la vida: los magos. Teniendo en cuenta que muchos magos nunca alcanzan a descubrir cómo hacer magia auténtica... no les es muy complicado echar un bocadito de vez en cuando.

Creo que sí. Que este FastRPG me va a llevar más de dos o tres entradas. Nos leemos en un par de días (bueno, eso suponiendo que ALGUIEN quiera más. Si no, me tomaré mi tiempo :-))

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